Mientras el león herido se desplomaba sobre la hierba a unos metros, las garras lacias, la mandíbula incierta, Francis Macomber sacó de la alforja una botella de fanta. El sol se ponía. El cazador acercó el gollete a su boca y sonrió satisfecho, mientras el sabor de naranjas refrescaba sus papilas, el nectar azucarado se pegaba a sus dientes y las burbujas le hacían cosquillas en la garganta. “Esto me da coraje”, pensó. “Me aquieta el pulso y mejora mi puntería”. Macomber nunca se alejaba del campamento sin su botella.

Aunque salir a comer afuera, en China, no es tan excitante como salir de caza en Africa, si puede ser peligroso de otras maneras. Por eso es importante estar preparado. Deja de leer a Hemingway y escucha nuestro podcast. Después de esta lección no vas a poder dar la excusa de que la botella llegó por error a tu mesa. Ten cojones, asúmelo y grita fuerte: ¡Me gusta la fanta! ¿Y qué?
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March 23, 2011
Hola amigos:

Mucha suerte con vuestro nuevo proyecto. Hemos disfrutado mucho vuestros podcasts. 我们喜欢!

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