El mundo se había vuelto azul, y Stephen flotaba en él como en una nube. No estaba seguro de estar completamente
despierto o todavía dormido, y hasta donde podía llegar a comprender, incluso era posible que se encontrase bajo
el agua. ¿Pero que hacía él bajo el agua? Parecía vislumbrar una tenue luz en alguna parte por encima suyo, que se
difuminaba en la oscuridad predominante… pero era algo difícil de asegurar en ese mundo traslúcido. Sus sentidos
se encontraban embotados, y la última cosa que podía recordar era…
Y entonces, su vista se aclaró y la realidad regresó súbitamente: los meses de escuchas, las operaciones encubiertas
y la traición que transformó su plan en una trampa suicida. Y ahora ese almacén sombrío, el dolor en sus costillas
del costado izquierdo y la mirada de terror de su pareja… su captor lo observaba analizando si se encontraba ya
consciente, esperando para finalizar su perversa misión…