Ahora que ya dominas las vertiginosas alturas del primer tono, es momento de pasar a algo un poco más complicado: el segundo tono. A pesar de que muchas personas mutilan el segundo tono (tranquilo, tú no lo harás), las bases son muy simples: sólo empieza cerca de la mitad de tu rango vocal y eleva el tono hasta que te desmayes, los cristales comiencen a quebrarse o comiencen a aullar los perros.
Te recomendamos escuchar nuestro podcast y luego acceder a la página de vocabulario para escuchar y practicar las palabras nuevas de forma aislada. Cuando estés listo para seguir adelante, pasa a la sección de texto, en la que combinamos las palabras nuevas con algunos de los materiales que ya hemos aprendido en nuestra lección sobre el primer tono. Construiremos una serie de frases que pueden ser utilizadas de inmediato. Lecciones acumulativas y progresivas? Hurra!