El desempeño de la super-estrella taiwanesa en “El avispón verde” no pasó desapercibido por la crítica internacional: ¡a nadie le gustó! Pero al cantante no le importaba. Al menos no en este momento, mientras se estira como gato para recibir su masaje matutino. Dijera lo que dijera “Variety”, nadie le podía quitar que ahora él se iba de fiesta con Cameron Diaz, en su nuevo yate privado. Comparada con la escena de la industria musical asiática, Hollywood era fácil. Los tenía comiendo de su mano. Lo que si comenzó a molestarle, mientras le clavaban un codo en un glúteo, es que habían otros que ganaban más que él. Sin que se diera cuenta, lo picó la avispa comercial gringa y decidió explorar formas de seguir exprimiendo su súbita hinchazón de fama. Había llegado la hora de llamar por octava vez ese día a su agente...
Nota: No nos atrevemos a calificar esta lección como el test supremo de comprensión oral, pero si podemos afirmar que escuchamos de lejos ¡como se reía Echo mientras preparaba esta lección! No digas que no te lo advertimos. Si estás aprendiendo chino esta lección te debería ser difícil. ¡Muy difícil! Es una de nuestras lecciones favoritas y esperamos que la escuches varias veces (¡este es uno de los casos en que la repetición si ayuda!). ¿También tienes un pariente al que siempre es difícil comprarle un regalo? Quizás encuentres inspiración...